Somos mujeres líderes que trabajamos en distintos ámbitos y contextos, en las iglesias y en la sociedad boliviana. Trabajamos en el campo, en el chaco en la ciudad, en el oriente y en el occidente. Afrontamos la pobreza con nuestro trabajo en busca de mejores condiciones de vida. Somos mujeres al servicio de la sociedad y en ella nos destacamos por nuestra perseverancia y eficiencia. Somos mujeres con vivencias, pensamientos y situacioens diferentes pero con una característica similar: nuestra realidad de exclusión y marginación.

Con trizteza y dolor compartimos nuestras experiencias de exclusión evidenciando que en nuestra iglesia existe el machismo y que muchas veces nuestra presencia no es valorada o pero somos usadas como relleno en la estructura. A muchas de nosotras nos cargan con la exigencia de ser súper-mujeres por el solo hecho de ser esposas de pastores o líderes con cargos significativos dentro de la iglesia olvidando que somos mujeres sencillas con necesidades espirituales y materiales como cualquier otra persona. A las jóvenes no nos escuchan siempre pero valoramos a los hermanos mayores que nos escuchan, respetan y nos dan los espacioens para desarrollar nuestra capacidades.

• Sentimos que en estos 101 años, nuestra iglesia no se ha preocupado mucho en la formación teológica o de liderazgo de las mujeres metodistas. Por ello soñamos con una iglesia que nos apoye más en nuestras aspiraciones de servicio a Dios - Misterio que es vida - que tenemos como mujeres portadoras de diversos dones en la vida diaria.
  
  
• Somos mujeres cristianas y nos comprometemos a ayudar a nuestra familias, nuestra iglesias a vivir la fe. Nos comprometemos a perder el miedo y a levantar nuestra voz. Nos comprometemos a dar un buen testimonio, a sonreir y corregir cuando sea necesario, a ser líderes nuevas que apoyen la transformación que vie nuestro pueblo.

Por nuestra fe somos una, reconociento nuestras diferencias y construyendo una comunidad de hermanas. Juntas y unidas lo podemos todo. Amén.